Las funciones en las hojas de cálculo brindan la posibilidad de efectuar operaciones complejas con datos numéricos y alfanuméricos de una manera simplificada y sencilla. Estas funciones, que no son más que fórmulas predefinidas de los programas de cálculo, operan sobre uno o varios valores denominados argumentos, devolviendo un resultado que se mostrará en la celda en la que se introdujo la función. En muchos casos las funciones son mejores para obtener cálculos que las fórmulas simples, ya que pueden dar los mismos resultados introduciendo un enunciado breve que una formula extensa. Por ejemplo, la suma de treinta celdas utilizando una fórmula implicaría escribir una expresión que sume las celdas 1+2+3+…+30, mientras que con una función se escribiría una expresión que indique la operación se SUMA y el rango sobre el que se hará el cálculo. Todas las funciones existentes tienen la siguiente estructura:
NOMBRE_FUNCIÓN(argumento1,argumento2,…,argumentoN)
Al aplicar funciones habrá que considerar lo siguiente:
No se deben colocar espacios para separar los elementos de las funciones.
Los argumentos pueden ser valores constantes, referencias de celdas, fórmulas u otra función.
Se deben separar con comas los argumentos de la función y encerrarse entre paréntesis.
Si la función no es parte de una formula y se introduce sola, se debe empezar con el signo “=”.
Se puede introducir una función tecleándola directamente en la celda o barra de fórmulas u ocupando el asistente de inserción de funciones; para abrir este cuadro de diálogo se ejecuta la opción “Insertar” ð “Función…”.
No necesitas memorizar los argumentos asociados a cada función, ya que conforme escribes el nombre, Microsoft Excel muestra una lista de las funciones que inicia su nombre con las letras que estas escribiendo, además de una breve descripción de la función. Al terminar de escribir, o bien, al seleccionar la función se muestra la sintaxis correspondiente.